La obesidad es un fenómeno de presencia mundial. A fines del 2016, el 40 % de la población adulta tenía sobrepeso y el 13 % era obesa (OMS). En ese mismo año, 41 millones de niños menores de 5 años ya tenían sobrepeso. El Covid-19, enfermedad intermediada por un virus de tipo Corona, tiene poco más de cuatro meses en el mundo y ya tres como pandemia, esto es, una epidemia que alcanza a todo el planeta. Nunca como antes en la historia moderna el mundo había estado paralizado y a merced de un enemigo invisible, que ya va causando más de 3.6 millones de enfermos y casi un cuarto de millón de muertos. Desde los primeros reportes médicos de la ciudad de Wuhan, China, donde brotó la enfermedad, se vio la alta frecuencia de enfermos con sobrepeso y obesidad y sus peores resultados en la respuesta a las terapias, así como la necesidad de cuidados hospitalarios mayores (unidad de cuidados intensivos, asistencia ventilatoria mecánica) y la mayor frecuencia de mortalidad en este grupo. Se ha visto que en pacientes obesos menores de 60 años, la enfermedad se asocia a mayor severidad del cuadro clínico y a mayor posibilidad de ingresar a una UCI. En los jóvenes el factor de riesgo obesidad es más importante que otros, como la hipertensión arterial o la diabetes. Una observación inicial, que luego se confirmó en varios estudios de reciente publicación, es que los pacientes con obesidad eran jóvenes y empeoraban muy rápida y gravemente. Hay varias hipótesis en estudio para explicar este fenómeno. Lo más probable es que se deba a la existencia de un patrón proinflamatorio crónico en los obesos y a su menor capacidad de respuesta inmune, que se demuestra por la enorme elevación de marcadores de la inflamación en sangre en los pacientes que presentan formas graves de la enfermedad Covid 19; como la proteína C reactiva, el dímero D y la Interleukina 6. Ya en nuestro medio el MINSA ha reconocido a la obesidad, junto con la edad, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus como uno de los factores de riesgo a tener en cuenta para limitar el retorno al trabajo de las personas que podrían reiniciar actividades productivas en el país, una vez que se pase el pico de la enfermedad, al que (lamentablemente) aún no hemos llegado. Entonces y lastimosamente se confirma que la obesidad, esta enfermedad de presencia mundial y tan prevalente en nuestro mundo moderno, es un factor de riesgo para enfermarse de las formas más graves del Covid-19, para requerir de asistencia ventilatoria mecánica y para tener un peor desenlace. ![]() Autor Dr. Aurelio Gambirazio Keller Medico Cirujano Especialista en Cirugía General y Gastrointestinal, de la Obesidad y del Piso Pélvico. Consultas en piso 9 de la Clínica Javier Prado. Av. Javier Prado Este 499- San Isidro. Consultorio 4422638 Móvil 994178861 o 999667066 Consulta online |
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MBA Lic. Martha NevesMBA Licenciada en Nutrición con más de 19 años de experiencia directa con niños, empresaria, docente universitaria y mamá. #LactanciaMaterna #Colecho #Porteo
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Agosto 2022
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