La respuesta es SÍ (evitaremos poner los nombres, pero las incluyen a todas), la gaseosa es lo peor que podemos dar a nuestros hijos. Si leemos los ingredientes todas las gaseosas empiezan con: agua carbonatada, azúcar, aditivos, (preservantes, edulcorantes, colorantes, etc.) y según la gaseosa cafeína. Vayamos uno por uno: El agua: ¡Lo único positivo en la lista de ingredientes! Pero estamos hablando de agua carbonatada, la cual produce distensión gástrica (provoca que uno se sienta lleno). Si bien esto puede ser una ventaja si eres un adulto con sobrepeso que busca llenarse, en el caso de un niño hay que tener en cuenta que haríamos que se sienta lleno sin recibir nutrientes, si acompaña lo bebido con más alimentos entonces estaríamos acostumbrándolo a comer más de lo que su capacidad gástrica le permite. Esto podría conllevar a problemas de sobrepeso. El azúcar, una botella personal (entre 500 y 600 ml según la marca) contiene entre 55 y 60 gramos de azúcar por botellita ¡equivalentes a 11 o 12 cucharitas de azúcar pura! Es decir que en una botella personal, un niño estaría consumiendo más de 3 veces el máximo permitido de azúcar según la Asociación Americana de Diabetes. Este exceso no sólo lo puede llevar a sobrepeso y a las caries, sino a una serie de enfermedades como la diabetes. Esta cantidad de azúcar es la fuente de las 220 a 250 calorías que ofrece cada botella de gaseosa: más calorías de lo que una lonchera escolar debería tener, sin ninguno de los nutrientes. Una botella individual duplica el máximo de “calorías vacías” (calorías de alimentos no nutritivos) permitido para niños para todo el día según la USDA (El Departamento de Agricultura de E.E.U.U): superando hasta en 108% el límite para niños entre 4 y 8 años, y en promedio más de 82% para niños entre 9 y 13.
Los aditivos: acidulantes, preservantes, edulcorantes y colorantes son sustancias químicas cuyo efecto negativo en la salud es debatido en diferentes estudios. Algunos se relacionan con cáncer, intoxicaciones, asma, alergias, hiperactividad, anemia, irritación del tubo digestivo y de las mucosas, etc.; además acostumbran a los niños a sabores y colores que no pueden encontrar en la naturaleza, promoviendo una cultura alimenticia chatarra. Quisiera hacer una mención especial sobre los edulcorantes, al darle gaseosa a nuestros hijos no sólo les estamos dando un producto con 3 veces el azúcar permitida, sino un producto que es aún más dulce de lo que en realidad es, no es sorpresa que los niños se acostumbren cada vez más a consumir más azúcar y alimentos dulces. La cafeína: si bien la cafeína en sí no es mala, si se relaciona con la malabsorción de calcio y hierro (es decir que si la lonchera tiene yogurt o queso, el niño no aprovechará el calcio de estos, lo mismo si acompaña un almuerzo rico en hierro con una gaseosa). En exceso podría promover gastritis, hiperactividad, problemas para dormir y empeorar cualquier caso de arritmia cardiaca u cualquier otro problema con el corazón. Es mejor enviarles y acostumbrarlos al agua y en casa o cuando salen a la calle a beber jugos naturales bajos en azúcar. Evitemos o, mejor aún, eliminemos la gaseosa de su dieta y estemos tranquilos de que llevarán una vida más sana. |
Sígueme en
MBA Lic. Martha NevesMBA Licenciada en Nutrición con más de 19 años de experiencia directa con niños, empresaria, docente universitaria y mamá. #LactanciaMaterna #Colecho #Porteo
Categories
Todo
Archives
Agosto 2022
|