Mucha gente al escuchar “crianza con apego” creen que esto consiste en sobreproteger al niño y tenerlo bajo la falda. Nada más alejado de la verdad. El apego tiene que ver con “sensibilidad” es decir, con la posibilidad de la madre, padre o cuidador (abuelita, nana, profesora en el nido) de conectar con el niño, de manera que entiende sus señales de necesidad y las cubre. Una mamá que ha desarrollado un buen vínculo con su hijo es capaz de saber que está a punto de hacer un berrinche, no porque sea un malcriado, sino porque tiene sueño. La idea de apego es brindar al niño la seguridad necesaria para que cuando esté listo, sea capaz de explorar y “separarse” de la madre o cuidador de manera autónoma. Lo que la crianza con “apego” busca, es justamente la independencia del niño. Pero ojo, a su tiempo. Es a esto a lo que se le llama Apego Seguro. Estudios han demostrado que un niño criado con apego seguro se convierte en un adolescente y un adulto más sociable, menos violento y con mayores aptitudes para aprender. En este contexto, la sobreprotección se presenta como lo opuesto al apego. La sobreprotección se entiende como un rechazo al niño. ¿En qué sentido? En que lo que la madre (padre o cuidador) busca al sobreproteger al niño, es no ser molestado. Esto se aplica también a no tener límites y ser demasiado permisivo. Yo le doy el Ipad a mi hija no porque quiero que esté “contenta”, se lo doy porque no quiero que me moleste. Si mi hijo se cae o se asusta, corro automáticamente a besarlo y a decirle que “no llore”, porque no quiero que llore, y no me doy cuenta de que en ese momento estoy invalidando su sentimiento. ¿Quién soy yo para decirle a un bebe que eso que siente “no es miedo”? ¿No nos molestamos, nosotros mismos, cuando tenemos un problema y la persona en la que confiamos lo minimiza? La idea del apego seguro no es tapar la “necesidad”, mucho menos “complicarla”, la idea es ser lo suficientemente empáticos para poder captar las señales que constantemente nos envía el niño. Permitir al niño reconocer y validar su sentimiento y luego encontrar en nosotros el apoyo que pueda necesitar para cubrir su necesidad, hasta que llegue el momento de que sea capaz, por sí sólo, se hacerlo. Si bien se comprende que en algunos momentos o situaciones específicas uno pueda recurrir a un “engreimiento” o a “sobreproteger”, lo importante es ser conscientes de porqué lo estamos haciendo, y no permitir que esto sea la base de nuestra crianza. Tratemos de reconocer en nuestros actos las causas y permitamos que primen el amor y el respeto a nuestros hijos. Sólo así podremos decir #yocrioconapego. Mar! |
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MBA Lic. Martha NevesMBA Licenciada en Nutrición con más de 19 años de experiencia directa con niños, empresaria, docente universitaria y mamá. #LactanciaMaterna #Colecho #Porteo
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Agosto 2022
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